Wakeful Group, contra la piratería y la suplantación en empresas de seguridad

En Palma de Mallorca, un par de constructoras contrataron los servicios de seguridad de falsas sociedades, las cuales no podían ejercer como tal.

Con la seguridad no se juega. Ese es el mensaje que articula la empresa de seguridad privada Wakeful Group, una estructura seria, ética y profesional. ¿Y por qué se lanza precisamente ahora ese mensaje? La empresa privada lo hace público porque se está manchando su máxima acción, la seguridad. Wakeful salta en defensa y protección de la seguridad y su oficialidad:

Wakeful Group quiere salir al paso de los últimos acontecimientos que se han sucedido en las Islas Baleares, concretamente en Palma de Mallorca, donde la Policía Nacional ha dado caza a dos constructoras que habían encomendado las labores de vigilancia a falsas empresas de seguridad. Estas trabajaban ‘en negro’, a espaldas de toda Palma de Mallorca, y carecían de cualquier reconocimiento oficial.

Se desbarató su plan, justo en el momento en el que la Policía hizo una rueda de reconocimiento por los lugares de las obras en cuestión y preguntando a los falsos trabajadores de seguridad, quienes colocaban la bandera del pueblo gitano en las obras que custodiaban.

Se huyó de la legalidad y ambas constructoras, supuestamente bajo presión e intimidación, se hicieron con los servicios de estos clanes, los cuales pudieron llegar a coaccionar y chantajear a los empresarios de las constructoras con el hecho de provocar la desaparición de material de obra al día siguiente, en el caso de no haber adquirido los servicios de las citadas estructuras pirata.

La cantidad de las multas impuestas a estas constructoras puede ascender a los 600.000 euros. Es decir, especular con la vigilancia les puede salir caro a ambas constructoras.

Suplantación y piratería

Se infringió la Ley en Palma, donde ha habido un nefasto popurrí en estos sucesos: intrusismo, chantajes e ilegalidades varias. Pero más allá de las irregularidades plasmadas en Palma de Mallorca, preocupa mucho la mancha vertida sobre el término de seguridad. Se ha atentado contra este concepto, devaluado con este tipo de situaciones.

Prestar soluciones en cuanto a seguridad, protección y vigilancia está al alcance de aquellos organismos reconocidos oficialmente por el Estado, por el Ministerio del Interior, concretamente. Son aquellos que se resguardan bajo el paraguas de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Es el caso de Wakeful Group. Esta empresa de seguridad privada se sitúa en el número 4.462 del Registro de Empresas de Seguridad de la Dirección General de la Policía. De la misma manera, con carácter oficial, Wakeful también se adhiere a la Asociación Catalana de Empresas de Seguridad Privada y Patronal [ACAES].

Así que al César lo que es del César. Wakeful Group se define a sí mismo como “mucho más que una empresa de seguridad privada”. Reconoce cumplir un protocolo de trabajo “que busca la excelencia a través del buen servicio y los códigos de ética profesional”.

De manera oficial, Wakeful Group prepara a “profesionales de alto nivel” y cuenta con vigilantes de seguridad, controladores de acceso, azafatos y azafatas, conserjes, acomodadores, limpiadores/as, escoltas privados, auxiliares de servicio, porteros/as, taquilleros/as y promotores/as.

Presta su servicio en distintos escenarios, tales como estaciones, aeropuertos e infraestructuras, recintos y eventos deportivos, grandes festivales y conciertos, ferias, congresos y mercados, parkings públicos y aparcamientos privados, obras y grandes construcciones, oficinas, edificios públicos y privados, centros comerciales, urbanizaciones o polígonos.