Vigilante de seguridad

Cuentan con múltiples funciones, entre ellas la vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en ese lugar. Pueden llevar a cabo comprobaciones, registros y las prevenciones necesarias para cumplir con su misión.
Estos profesionales cuentan con una Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) otorgada por el Ministerio del Interior, tras superar un examen.

Efectúan controles de identidad, de objetos, paquetería, mercancía o vehículos. No tienen autoridad para retener documentación personal pero sí impedir el acceso a espacios. Llevan a cabo la prestación de servicios de verificación personal y respuesta de las señales de alarmas.

También pueden proteger el almacenamiento, recuento, clasificación, transporte y dispensado de dinero, obras de arte y otros objetos valiosos.

Los vigilantes de seguridad pondrán inmediatamente a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad competentes a los delincuentes y los instrumentos, efectos y pruebas de los delitos, y podrán denunciar a quienes cometan infracciones administrativas.

Los vigilantes de seguridad pueden ir con o sin arma; dependiendo del servicio que presten. La autorización para realizar los servicios con arma, vendrá por parte de Gobierno Civil tras analizar las circunstancias por las que se solicita el arma, existiendo un riesgo y unas condiciones determinadas (ver Artículo 81 del Código de Seguridad Privada, BOE).

La figura del vigilante de seguridad es prácticamente imprescindible en todos los sectores y espacios: administración pública, centros comerciales, polígonos industriales, parkings, ferias y congresos, eventos, urbanizaciones, estaciones y aeropuertos, hoteles….

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